En cada viaje uno vive experiencias diferentes y al viajar solo tienes la oportunidad de conocer e interactuar con nueva gente. La comunicación y el trato con la gente de la comunidad local se afianza mejor, ya que permite una conexión más directa y personalizada que la que lo lograrías cuando está con un grupo.
Además, el viajar solo, ayuda a salir de la zona de confort y esto como consecuencia permite conocer más de uno mismo. Descubres talentos y aptitudes nuevas que ni siquiera sabías que tenías, te vuelves un ser humano más práctico, independiente y creativo. Analizas y potencias tus virtudes, pero también aprendes a lidiar con tu carácter, a resolver problemas y a manejar tus emociones de mejor manera.
En cada viaje uno vive experiencias diferentes y al viajar solo tienes la oportunidad de conocer e interactuar con nueva gente. La comunicación y el trato con la gente de la comunidad local se afianza mejor, ya que permite una conexión más directa y personalizada que la que lo lograrías cuando está con un grupo.
Además, el viajar solo, ayuda a salir de la zona de confort y esto como consecuencia permite conocer más de uno mismo. Descubres talentos y aptitudes nuevas que ni si quiera sabías que tenías, te vuelves un ser humano más practico, independiente y creativo. Analizas y potencias tus virtudes pero también aprendes a lidiar con tu carácter, a resolver problemas y a manejar tus emociones de mejor manera.
Por último, es importante mencionar que una de las mejores sensaciones de la vida es no sentirte juzgado. El solo hecho de poder vestir y comer lo que deseas te genera felicidad, ya que no tienes que impresionar a nadie. El poder tomarte todas las selfies que desees no tiene precio.
En conclusión, la aventura de viajar solo puede ser más beneficiosa de lo que te imaginas, por el hecho de que las experiencias que se obtienen de este tipo de viajes valen mucho más que el dinero invertido. Solo tienes que armarte de valor y tener un buen presupuesto.
Mónica Moreno C.